Sé egoísta.
Sé egoísta.
A menudo la cotidianidad y las rutinas nos llevan a lugares en los que no queremos estar. Ser egoísta, en su justa medida, no es negativo. Piensa qué te apetece hacer y qué no. Toma decisiones pensando exclusivamente en ti. Y no te sientas en la obligación de hacer planes por compromiso que en realidad no te apetece hacer. Pospón, cancela, di no. Y no te sientas culpable por ello. No siempre podemos estar al 100%.
Pexels
Organiza y ordena tu casa.
El caos lleva al caos. Y es muy fácil caer en el desorden cuando estás en días bajos. Sin embargo, no es nada recomendable. Numerosos estudios hablan de los beneficios de la organización del hogar: ayudan a reducir los niveles de estrés y ansiedad y, como nota importante, ordenar tu habitación puede ayudarte a dormir mejor.
Pexels
Date una buena ducha.
Una ducha puede ayudar a relajarte o puede darte un chute de energia tan instantánteo como necesario. Todo se ve mejor después de una ducha.
Pexels
Haz algo bonito por alguien.
Como dedicar un cumplido, comprar un par de entradas para la película que esa persona quiere ver, comprar flores o invitar a café y un trozo de tarta. No esperes nada a cambio. Hazlo porque sí.
Pexels