Es como si nos leyeran el alma.
Cuando eras pequeño y te flipaba jugar a romperle el cuello a mamá.
"Parad, pequeños hijos de p***".
Christinlola / Getty Images
Y para eso, ya de bebé, hacías dominadas con lo primero que encontrabas por casa.
¡Qué recuerdos!
Moodboard / Getty Images
O como cuando para cortar con tu novio le hiciste una lámina explicativa con photoshop y la rompiste en sus narices.
Le quedó clarísimo.
Konstantynov / Getty Images
¿Y qué me dices de cuando fuiste al otorrino por un dolor de oídos y te sacaron a un señor asustado de la oreja?
"¿Serían tan amables de invitarme a un café con leche? Llevo tres meses comiendo cera", dijo el muy truhán.
Shutterstock / Via awkwardstockphotos.com