No sé, por si necesitas excusas.
Es un remedio medicinal.
Bueno, vale, ERA. Era un remedio medicinal. Franciscus Sylvius (1614-1672), un médico alemán que vivía en Bélgica, la creo un poco como remedio a todos los males de la época porque conocía las cualidades del enebro y decidió mezclarlo con otros ingredientes.
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¡Tanto que se vendía en farmacias!
Al menos a finales de 1600 o así. ¿La adornarían los farmacéuticos con una rodaja de pepino? Déjame soñar.
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Y sí que es digestiva.
Este señor médico del 1600, que era muy listo, ideó una mezcolanza con la idea de que fuese diurética y digestiva. También pensó que curaría la peste bubónica... pero ahí no hiló tan fino, la verdad.
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El pan de jengibre, un delicioso bizcocho similar a las galletitas de jengibre, era un acompañamiento de la ginebra (su tapita, vaya) en algunas zonas de Inglaterra.
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