¡Ja! ¿A que no lo sabías?
El wifi, por Hedy Lamarr.
La actriz e inventora Hedy Lamarr inventó durante la Segunda Guerra Mundial un sistema de comunicaciones secretas para los torpedos controlados por radio usando la tecnología de "salto de frecuencia". Este sistema sentaría las bases para la tecnología tal y como ahora la conocemos: desde el wifi hasta el GPS.
Metro Goldwyn Mayer
El tenedor, por Teodora, hija del emperador de Bizancio Constantino X Ducas.
A pesar de tener constancia de utensilios parecidos ya en la Antigua Grecia, el tenedor tal y como lo conoces apareció sobre 1077. Llegó a Europa desde Constantinopla gracias a Teodora, hija del emperador de Bizancio Constantino X Ducas, que se lo llevó a Venecia al contraer matrimonio con un duque. Teodora fue incomprendida por esta y otras excentricidades y fue tachada de "escandalosa y reprobable". San Pedro Damián amonestó sus extravagancias, llegando a llamar al tenedor instrumentum diaboli.
Marie-Lan Nguyen
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La jeringuilla médica, por Letitia M. Geer.
En 1899, Letitia Geer inventó una jeringuilla médica que podía ser utilizada con una sola mano. Según el texto de la patente, la intención de Geer fue “proveer una herramienta” que le permitiera inyectar el contenido “sin la ayuda de un asistente”.
El monopoly, por Elizabeth Maggie.
En 1904, Elizabeth Maggie inventó un juego llamado Landlord's Game (El juego de los caseros) que era ni más ni menos que el actual Monopoly. El juego de Maggie pretendía ser una crítica a las injusticias del capitalismo sin control.
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La calefacción para el coche, por Margaret Wilcox.
En noviembre de 1893, Margaret Wilcox, una de las pocas mujeres ingenieras mecánicas de su época, patentó el sistema de calefacción del coche. Su sistema consistía en un mecanismo que dirigía el aire sobrante de los motores hacia el conductor.
M. A. Wilcox
Los intermitentes y la señalización de freno, por Florence Lawrence.
Además de actriz y modelo, resulta que Florence Lawrence fue una gran innovadora: su pasión por los coches, de los que era coleccionista, la llevó a inventar grandes mejoras como las luces intermitentes y la señalización de freno.
Wisconsin Center for Film and Theater Research
La bolsa de papel, por Margaret E. Knight.
En 1871, Margaret Knight recibió, por fin, su patente para una máquina capaz de producir bolsas de papel con fondo cuadrado después de una dura batalla con un maquinista llamado Charles Anan, quien argumentó que un sistema tan brillante "no podía haber sido inventado por una chica".
Wikimedia
Via mujericolas.blogspot.com.es
La sierra circular, por Tabitha Babbitt.
Se le atribuye la invención de la primera sierra circular en 1813 al crear un mecanismo con cabeza de rueda giratoria y un sistema de dientes postizos.
Nesharm / Getty Images
La programación informática, por Ada Lovelace.
Ada Lovelace trabajó junto con Charles Babbage en la Universidad de Londres en la creación de un "motor analítico" (es decir, el ordenador antiguo) para desarrollar formas de programar la máquina con algoritmos matemáticos. Lo que la convierte básicamente en la primera programadora de la historia.
Margaret Sarah Carpenter
El libro electrónico, por Ángela Ruiz Robles.
Esta maestra, escritora e inventora leonesa registró su primera patente en 1949 bajo el título “procedimiento mecánico, eléctrico y a presión de aire para lectura de libros”. Ruiz Robles quería innovar en el sistema de enseñanza, haciéndola más amena e intuitiva y adaptando los libros a las futuras tecnologías que estaban por llegar. La idea de Ángela Ruíz Robles de "libro mecánico" sería lo que hoy conocemos como libro electrónico.
FAMILIA RUIZ ROBLES
El limpia parabrisas, por Mary Anderson.
Mary Anderson fue una mujer todoterreno: promotora inmobiliaria, ranchera y viticultora. Entre unas cosas y otras, Anderson también inventó en 1903 un dispositivo automático de limpieza de la ventana de coche controlado desde su interior. Es decir, el limpiaparabrisas.
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El sujetador, por Caresse Crosby.
Si eres una de esas personas que detesta el sujetador... imagina lo que debía ser llevar un corsé. En 1919, Caresse Crosby se enfrentaba a la puesta de uno de ellos cuando decidió destrozarlo por completo y convertirlo en algo mucho más ergonómico. El resultado fue un éxito. No solo Crosby, sino que todas sus amigas quisieron que les fabricase uno. En 1914, con tan solo 23 años, patentó su genial idea.
Wikimedia
El láser para la corrección de la vista, por Patricia Bath.
Oftalmóloga, inventora y académica, Patricia Bath es además la primera mujer afroamericana en recibir una patente con finalidades médicas. ¿Su creación? Nada más y nada menos que el Laserphaco Probe que se utiliza, entre otras cosas, para las operaciones de cataratas.
National Library of Medicine
El filtro de café, por Melitta Bentz.
Siendo ama de casa, Melitta Bentz descubrió que los precoladores solían quedarse cortos a la hora de filtrar el cafe, así que inventó un mecanismo con papel de un libro de ejercicios de su hijo y un tarrito de latón perforado... lo que dio lugar a un café libre de impurezas y de un sabor mucho más agradable.
Los antibióticos para los hongos, por Rachel Fuller Brown.
Esta química estadounidense desarrolló junto a su socia, Elizabeth Lee Hazen, el primer antibiótico efectivo contra la enfermedad de hongos en los humanos, considerado el avance biomédico más importante desde el descubrimiento de la penicilina.
Smithsonian Institution
La nevera eléctrica, por Florence Parpart.
En 1914, Florence Parpart, inventó el primer refrigerador moderno de la historia. Gracias a ella, las cocinas vivieron una auténtica revolución en la forma de cocinar y conservar los alimentos.
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Las cámaras de seguridad, por Marie Van Brittan Brown.
Marie Van Brittan Brown inventó un sistema de vigilancia doméstico que incluía un circuito cerrado de televisión, patentado en 1966. Su sistema tenía un conjunto de objetivos y las cámaras tenían movimiento para subir y bajar. Además, añadió un control remoto para que las personas que utilizasen su sistema pudieran abrir la puerta principal.
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El bote salvavidas, por Maria Beasley.
En 1882, Maria Beasley patentó el bote salvavidas para evitar que miles de personas murieran en alta mar después de un hundimiento. Lo más curioso de todo es que esta mujer no paraba de inventar y también creó una máquina para la fabricación de barriles... que la hizo tremendamente rica.
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La bengala de emergencia, por Martha Coston.
Un espectáculo de fuegos artificiales propició que Martha Coston continuara, con tan solo 21 años y tres hijos a su cargo, con la idea de su difunto marido de crear algún instrumento que se pudiese utilizar en caso de socorro marítimo. Así inventó las bengalas de emergencia, poniéndose en contacto con pirotécnicos mientras se hacía pasar por un hombre para que la tomasen en serio.
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La tostadora, por Sarah Guppy.
Sarah Guppy, además de diseñar el puente colgante de Clifton en Bristol, inventó un sinfín de aparatos domésticos como una cama con equipo de ejercicio incorporado, un dispositivo para el té que también cocinaba huevos en el vapor o un plato para mantener el pan tostado... lo que viene siendo nuestra tostadora. Y todo ello antes de 1852.
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La Barbie, por Ruth Handler.
La muñeca más famosa del mundo fue inventada por Ruth Handler, cuando se dio cuenta de que aunque su hijo podía jugar con miles de figuritas de acción, su hija solo podía entretenerse con recortables de papel o muñecas de trapo. Inspirada en una muñeca alemana denominada Lilli, que era más bien un juguetito sexual, creó a la mundialmente conocida Barbie.
Mattel
El secador de permanente, por Marjorie Joyner.
Esteticista, empresaria, activista y filántropa estadounidense, Joyner fue también la inventora de un secador permanente que permitiese alisar u ondular el cabello sin necesidad de un laborioso trabajo manual que podía durar horas. Su invento fue todo un éxito que a día de hoy todavía podemos ver en muchos salones de belleza.
en.wikipedia.org / Via en.wikipedia.org
El lavavajillas, por Josephine Cochrane.
Cochrane diseñó el modelo del primer lavavajillas en la cabaña de detrás de su casa. Para construir la máquina, midió platos, tazas y cubertería para crear compartimentos adaptados y decidió incluir agua a presión en lugar de estropajos para la limpieza. Desde el primer momento su invento fue todo un éxito, aunque en un principio solo se utilizaba en restaurantes y hoteles antes de dar paso a las casas.
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El corrector líquido, por Bette Nesmith Graham.
Sobre su invento, la propia creadora dijo: “Cuando un artista pinta, nunca corrige sus errores borrando, sino que siempre pinta encima del error. Así que decidí usar lo que los artistas usan. Puse un poco de pintura de agua en una botella, tomé mi pincel de acuarelas y lo llevé a mi oficina. Utilicé eso para corregir mis errores”.
Liquid Paper
Y... ¡La cerveza!
Jane Peyton, historiadora y amante de la cerveza, afirma que fueron las antiguas mujeres de Mesopotamia las primeras en desarrollar, vender e incluso beber cerveza. No se puede precisar con exactitud quién la inventó... pero es altamente probable que debas ese trago a una mujer.
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