The Españest.
Cuando esta fue la interacción más española de toda la historia de España.
Aunque esta otra no se quedó corta.
Cuando esta fallera de valencia fue un poco todos los españoles a los que se nos atasca el inglés.
Cuando solo aquí podíamos hacer uso de este juego de palabras.
Y solo a nosotros se nos podría haber ocurrido hacer algo así algo así.
Cuando la dueña de la pensión La Ferroviaria de Zaragoza fue básicamente todas las señoras de España cuando les hinchas un poquito los ovarios.
@SarayArVi / Via Twitter: @SarayArVi
Cuando este señor dio una lección de ingeniería cañí.
Cuando nos adaptamos a las nuevas tendencias venidas de Estados Unidos.
@SolaSolera / Via Twitter: @SolaSolera
Cuando nuestro idioma fue más eficaz que cualquier otra señal de tráfico.
Cuando esta persona hizo esta broma imposible de traducir.
Y cuando esta marca jugó con el lenguaje de una forma muy sofisticada, muy nuestra.
@PotorroGourmet
Cuando este señor fue honesto de la forma más española posible.
@achacel / Via Twitter: @achacel
Cuando pasó esto. Y aquí a todos nos pareció normal.
Cuando decidimos que era buena idea regalar a nuestros niños lo mismo que le regalaríamos a nuestros políticos corruptos.
@marcborras / Via Twitter: @marcborras
Cuando este hombre utilizó la lengua de Cervantes para contar una preciosa historia.
@auronplay / Via Twitter: @auronplay
Cuando algo muy raro tuvo que pasar para que alguien terminase colocando este cartel.
Cuando tuvimos nuestras propias políticas de natalidad.
Cuando la demanda de empleo superó la oferta, así que las empresas cada vez empezaron a pedir requisitos más locos.
Cuando este bar captó clientes apelando a la lógica.
@PostureoEspanol
Cuando nos tomamos la vuelta al cole con mucha filosofía.
Cuando supimos que toda España ve la tele así.
@PostureoEspanol / Via Twitter: @PostureoEspanol
Cuando tuvimos una acertadísima solución para el calentamiento global: hacer huevos fritos.
O cuando demostramos estar a la cabeza de Europa en temas de reciclaje.
Pero a la cabeza total.
Cuando santificamos nuestras siestas.
Y las convertimos en motivo de orgullo nacional.
Cuando no se nos ocurrió otra alternativa.
@salvadoreschic / Via Twitter: @salvadoreschic