¡No hace falta irse muy lejos!
Aranjuez.
A 55 kilómetros de Madrid tenemos el Real Sitio y Villa de Aranjuez, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Aranjuez es un poco nuestro Downton Abbey, con su Palacio Real a encargo del rey Felipe II o sus preciosos jardines junto al Tajo, sin olvidar las bellezas y bondades de su casco histórico. Aranjuez es para esos días en los que necesitas recordar las cosas bonitas que tiene el mundo.
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Buitrago de Lozoya.
A tan solo 74 kilómetros de Madrid, en plena sierra de Guadarrama, se sitúa el valle medio del Lozoya donde encontramos el pueblito Buitrago de Lozoya. Su principal atracción no es otra que la muralla que lo envuelve, una de las mejores conservadas de la Comunidad de Madrid. Buitrago del Lozoya es Conjunto Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural desde 1993, y su recinto amurallado es Monumento Nacional desde 1931.
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La Hiruela.
A 105 km de Madrid, casi llegando a Guadalajara, se encuentra La Hiruela, un pueblo con un paisaje envidiable alrededor, puesto que pertenece a la reserva de la biosfera Sierra del Rincón. Pero si las rutas y los paseos no son lo tuyo, no te desanimes: lo que enamora de La Hiuela es su famosa arquitectura en piedra.
La Granja de San Ildefonso.
A 92 kilómetros de Madrid tenemos Segovia y en Segovia tenemos el Versalles español: La Granja de San Ildefonso. No solo podrás ver el coqueto palacio que tenían los reyes, sino sus espectaculares jardines diseñados por el arquitecto francés René Carlier. Y, para terminar la visita, puedes comerte unos deliciosos judiones.
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Toledo.
Clásico entre los clásicos, Toledo se encuentra a 75 kilómetros de Madrid y es una escapada perfecta para todo aquel que disfrute de la historia medieval. Además de la Catedral, el Alcázar o el Monasterio de San Juan de los Reyes, es destacable darse un paseo por su judería.
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Chinchón.
A 44 kilómetros de Madrid tenemos Chinchón, cuyo casco histórico, con su famosa plaza mayor, fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1974.
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Cercedilla.
En la sierra de Guadarrama, a 57 kilómetros de Madrid, tenemos Cercedilla, una de las residencias de veraneo preferidas por los madrileños. Cercedilla aúna un interesante turismo rural con un paisaje espectacular. Está rodeada por varios montes de la sierra de Guadarrama, como Siete Picos, La Bola del Mundo, La Peñota y Peña del Águila.
Ayuntamiento de Cercedilla / Via Facebook: 188947151138566
El Boalo.
El Boalo, a 54 kilómetros de Madrid, es el destino perfecto si te apetece relajarte, pues cuenta con un balneario para que dejes pasar las horas. El sitio fue elegido por la escritora Carmen Martín Gaite para pasar los últimos años de su vida. Un lugar para dedicarse a la vida contemplativa, aunque sea durante un día.
San Lorenzo del Escorial.
A 57 kilómetros de la capital, San Lorenzo del Escorial, con su majestuoso monasterio, es una de las escapadas más habituales para los madrileños. Normal, por otro lado: está cerca y el paisaje es espectacular.
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Pedraza.
A 130 kilómetros de Madrid tenemos Pedraza, un lugar perteneciente a Segovia que parece sacado de un cuento. Pedraza es una villa medieval amurallada que fue rehabilitada y declarada Conjunto Histórico. A comienzos del mes de julio la localidad es adornada con miles de velas y se apagan las farolas y las luces que dan a la calle. El resultado es precioso.
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Patones de Arriba.
Patones de Arriba es considerado uno de los pueblos con más encanto de la Comunidad de Madrid. Se sitúa dentro del municipio de Patones, aunque el de Arriba es el más conocido. Perfecto si quieres visitar uno de los pueblos más bonitos de Madrid y reconectar al mismo tiempo con la naturaleza.
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Alcalá de Henares.
Alcalá de Henares es una ciudad que pertenece a la Comunidad de Madrid y que, sin embargo, pasa desapercibida para muchos madrileños. Se sitúa a tan solo 31 kilómetros del centro y tiene un casco histórico precioso y cargado de historia. Perfecto si te apetece una escapada llena de cultura.
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